lunes, 27 de abril de 2009

Corridas de toros en el Perú


Cuando Llegaron a las nuevas tierras los conquistadores españoles, trajeron junto a su idioma y su religión los usos y costumbres, y en medio de ellas, las llamadas “corridas de toros”. Es así como estas corridas de toros comenzaron a celebrarse en todo el territorio del Virreinato Perú, a los pocos años de haberse instalado los primeros conquistadores.
Los conquistadores españoles con Francisco Pizarro a la cabeza del grupo, fundó la ciudad de Lima el 18 de enero de 1535, la que fue desde entonces, capital importante en el virreinato que tuvo la corona española en tierras de América. Siendo la ciudad de Lima, la capital preferida por los españoles, es natural que fuera en el Perú en donde primero se celebraron corridas de toros, y donde arraigo tomaron, pues por aquel entonces los españoles no celebraban ningún fausto acontecimiento sin que “se corrieran” toros. Por otra parte, los naturales y los mestizos acogieron con creciente entusiasmo esta magnífica fiesta de vistosidad sin igual, y la afición fue creciendo rápidamente, y de Lima se extendió a todo el territorio del Perú, y aún más lejos llegando a otras audiencias de esa época.
Al instalarse en Lima los conquistadores procedieron a traer de la Madre Patria, todo cuanto pudiera hacerles falta, se trasladó naturalmente el ganado vacuno, desconocido en América, así como el ganado caballar. Abundaba en España por aquellos tiempos el ganado bravo (recién en proceso de selección), entre él que se importó, llegaron seguramente algunas reses de esta característica, con la que se inició en los alrededores de la ciudad de Lima la cría de ganado bravo, en sus comienzos los propietarios criaban el ganado vacuno para el consumo, pero al verificar que tenían algunas reses bravas y habiendo ido creciendo la afición a las corridas de toros, fueron poniendo más esmero en seleccionar el ganado que habían de destinar a las corridas de toros.
Las corridas de toros en Lima tuvieron que sufrir una variación en su ejecución por un pedido del clero, no pudiéndose celebran en domingo ni en día de fiesta religiosa, verificándose por lo regular los lunes, los días posteriores o anteriores al día festivo, pues era tanta la afición que había por las corridas de toros, que muchas personas, a pesar de ser muy religiosas, faltaban a la misa, por asistir a las corridas, ya que en aquel tiempo se llevaban a cabo por las mañanas el encierro del ganado (los toros eran trasladados del campo hacia unos corrales instalados detrás de la casa del Virrey muy cerca de la Plaza Mayor de Lima), y se corrían cinco o seis toros, luego en la tarde eran 19 ó 20 los toros que se jugaban.

No hay comentarios:

Publicar un comentario